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Bienvenidos al Blog de la Danza Clasica (Ballet Clasico)!!

Espero que encuentren aquí todo lo que necesitan para mejorar en este hermoso arte del Ballet; y que nunca dejen de bailar si es lo que los hace felices....

"La danza es el lenguaje escondido del alma"

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La danza en la Edad Media

El imperio romano de occidente fue destruído por los bárbaros, este hecho marca el comienzo de la Edad Media. No se había destruido en cambio el Imperio Romano de oriente, fundado por Constantino y cuya capital fue Constantinopla.
Las danzas de esta época son una manifestación de la vida íntima que desde la Edad Media hasta la actualidad se viene disfrazando a través de los siglos, en movimientos que les son favorables.
Cuando los volcanes que han permanecido apagados durante varios años vuelven a activarse, serán al principio evoluciones parciales que se observaran hasta que al final en un solo día arrojen enormes masas de lava que son lanzadas a las alturas y se diseminaran, incendiando toda cosa viva que encuentren a su paso.
De modo similar a mediados del siglo XIV esa locura incontrolable de la danza, subió y produjo estragos. Comenzó en los siglos XI y XII con motivo de muertes y fiestas de cristianos. Se dice que hombres y mujeres comenzaban a danzar y cantar en el atrio de las iglesias, negándose a la calma, por más amonestaciones que hicieran los sacerdotes, a raíz de lo cual cayó sobre ellos la maldición que los obligó a bailar durante todo el año, hasta el arzobispo Clemente que les levantó la pena.
De aquí el cuento de Anderson “Las zapatillas rojas”, donde la protagonista Karen no encuentra descanso hasta que el verdugo le corta los pies.
Una multitud de campesinos otra vez fueron castigados a bailar en la montaña, desde el alba hasta el crepúsculo (una vez al año) por no haber saludado una prosesión CORPUS DOMINICUS, los bailarines eran vueltos a sus casas en carros, por haber quedado agotados.
También practicaban danzas macabras en los cementerios. Estas son de origen árabe. Los eclesiásticos se opusieron a estos bailes en cementerios y en las iglesias, pero en vano, las costumbres no podían desarraigarse. Debe aclararse que así como los clérigos prohibían estas danzas, y tampoco asistían a las bodas por los bailes indecentes que en ellas se hacían, no faltaron ocasiones en que los obispos permitieron la introducción de la danza en los coros de las iglesias, en relación con el culto y también en procesiones.
En resumen, se puede decir que la disciplina eclesiástica ha sido severa con el baile, en términos generales, por lo que conserva de profano pero que jamás prohibió en ningún país las danzas populares honestas y hasta en la actualidad se ve en España, sobre todo, al cura párroco presidir y autorizar con su presencia el honesto y decoroso baile. También en la catedral de Sevilla ha instituído un grupo de niños danzantes de coro que vestidos de blanco y azul y adornados con plumas bailan en nuestros días.
Continuando con aquello de la locura del baile que sucedió, diremos: que acosados por pestes, largas guerras e incontables desgracias, legiones de hombres y mujeres enloquecidos vagaban de pueblo en pueblo, saltando y bailando dislocados, danzas corales hasta que caían con la boca llena de espuma y presa de los espectadores atacados del mismo temblor se dan a los mismos estremecimientos y se unen a la danza. Este mal duró meses y nada podían contra él ni médicos, ni sacerdotes; y luego volvió esto en los siglos XV y XVI y se repite entrando en el siglo XVII (Edad Moderna). En Italia apareció otra manía de danza: “el tarantismo” que duró hasta el siglo XVIII.
Esta enfermedad se cree era causada por la picadura de la araña de Abulia conocida con el nombre de “Laycosa tarantula”. El sopor consiguiente a la picadura solo podía aliviarse con los saltos salvajes ejecutados en Italia Meridional y comprendidos en la designación de baile denominado “tarantela”; y tanto el nombre como la araña tomaron el nombre de la ciudad de TARANTUN.
El movimiento de esta danza era la cura de la persona enferma y parece destinada a dominar el morbo.
Contagiaban a los espectadores y los llevaban a la misma depresión dramática. La tarantela en Nápoles era bailada entre las niñas de clase media e inferior, bailaban por lo menos tres, dos con castañuelas y una golpeando la pandereta. Después iban cambiando, también otra vez parejas, el danzarín se arrodillaba y adoraba a su compañera, luego como si estuviera hastiado, al rato vuelve dando brincos y piruetas.
El hombre de la Edad Media había aprendido en sus danzas al éxtasis del temor mortal y de la depresión. Las danzas se habían transformado de saludables en sufrimientos dolorosos.
Se conoce de esta época en los castillos y palacios “La danza de los bufones”, las danzas de parejas de dos a de tres, en rueda, La Gallarda, Courante, La pavana, la parte de pantomima era la más acentuada en los campesinos (Rueda campesina).

La música de la danza medieval
Las danzas corales nunca fueron acompañadas de instrumentos sino de cantos. El acompañamiento instrumental es propio de la danza de parejas.
Gustaban de los instrumentos sonoros como: trompeta, tamboril, flautas, cuernos y cencerros.
Las mujeres preferían arpas, violines y otros sonidos dulces. Los bailes populares tienen tendencias al perfeccionamiento de la técnica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

porque Carlomagno, prohibío la danza?