Los orígenes etimológicos de esta voz se presentan muy dudosos, pues mientras Blassis y Maaloon dicen que deriva del verbo griego “ballo”, “cebar”, “arrojar”, otros dicen que “cargar”, “ayudar”. En nuestra lengua baile y danza son sinónimos, pero para los antiguos danza significaba una clase especial de baile hierático, ceremonioso, en cambio baile es toda clase de manifestación coreográfica.
La acción de bailar se puede afirmar que es tan antigua como el hombre. En todos los tiempos ha señalado los grados de refinación de un pueblo y ha sido una expresión eterna de la cultura y tendencias estéticas y éticas de toda raza. El baile, es además, una de las más frecuentes manifestaciones de la vida humana, el sentimiento religioso, social, las expresiones más tranquilas e inocentes y el desenfreno y relajación de las costumbres póblicas y privadas. Desde las danzas sagradas de los egipcios, hebreos, indios, primitivos, celtas, hasta los bailarines de etiqueta, la gama de sentimientos humanos exteriorizados por el número y la cadencia de movimientos es tan variada como significativa.
El baile de los pueblos salvajes
En las tribus indígenas son: “mímicos” o “gimnásticos”.
Existen a un mismo tiempo en la mayoría de los pueblos primitivos. Los más antiguos que se conocen son: “las danzas del amor”, imitando a ciertas especies de pájaros y tienen carácter gimnástico. La gimnástica fue al principio imitativa, superándose más tarde y estilizándose paulatinamente. Uno de los bailes gimnásticos mejores es el “Corrobori” de los Australianos. Se baila de noche a la luz de la luna y una hoguera en un claro de las malezas y esta a cargo de hombres solamente. Ejerce la dirección un jefe con una especie de bastón en cada mano; el tamborileo y las voces del coro están a cargo de mujeres. Los danzantes ejecutan los más impetuosos movimientos con los brazos, estiramientos y curvaturas, zapateos y saltos increíbles. El espectáculo se repite varias veces con algunas variantes creciendo la excitación de las mujeres manifestada en sus voces. Luego también bailan las mujeres pero de manera mas sencilla. Los bailes gimnásticos los ejecutan entre los bosquianos un solo danzante y tiene lugar de noche en las fiestas mayores, el bailarín se inclina hacia delante después de haber entrado en una especie de éxtasis. Uno de los pies lo tiene fijo en el suelo en tanto que el otro se mueve rápido e irregularmente en el suelo siguiendo el compás.
El cuerpo se mantiene sostenido en los brazos que sostienen bastones, cuando la fatiga vence al danzante, dejase caer en el sueño, pero continua con el movimiento y el canto que no deja nunca hasta que se levanta y prosigue con nuevos bríos. También estos tienen otra danza llamada: “de la sangre” (mokote danza) llamada así porque les produce hemorragia nasal cuando caen al suelo extenuados por los movimientos y gestos de suma exaltación.
Los batácudos bailan mujeres y varones poniéndose los brazos alrededor del cuello de los vecinos y formando círculos. De los esquimales se conocen los bailes gimnásticos, uno de ellos en que un hombre con un tambor baila cerca de dos círculos de mujeres casadas y solteras, el otro baile llamado nacional en que los danzantes bailan en torno a un círculo de mujeres jóvenes.
Bailes mímicos: las danzas mímicas resultan mucho más animadas. Siempre son individuales. Son un medio de transmisión para llegar a las representaciones dramáticas. Las más ejercitadas son las de origen animal. En Australia se imitaban los gritos, cantos y movimientos de: canarios, mariposas y canguros.
La interpretación de esta danza es la de ejercitar una finalidad mágica sobre el animal que trata de cazarse lo que se hace imitando sus movimientos.
De los salvajes de América del Norte dice Chateaubriand que cada sistema de casa tiene su baile particular consistente en la imitación de los movimientos, costumbres y voz del animal que persiguen; trepan a los árboles como osos, edifican como castor, galopan en círculo como el bisonte, brincan como el corso, aúllan como el lobo y gruñen como la zorra.
El amor y las batallas son otro motivo frecuente de danza mímica. Simulando batallas realizan sus danzas salvajes de Nueva Gales del sur, desarrollando una serie de movimientos complicados y violentísimos.
En América del Norte, en las danzas preparatorias antes de las guerras, se dan un golpe con una hamaca sobre la imagen del hombre, el enemigo, groseramente dibujado en el suelo, y se lo acomete empleando las hamacas, bachas, mosquetas, arcos, cuchillos y bailando.
En el baile de la guerra bailan los vencedores en torno de los trofeos elevados en un poste: cabezas, corazones, miembros mutilados, cráneos con sus ensangrentadas cabezas, asistiendo al espectáculo los prisioneros que luego deben ser quemados.
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